Calor: al volante, ni sed ni hambre
Durante los viajes veraniegos, habitualmente son altas las temperaturas.
El calor que se produce no solo es incómodo, sino que produce fatiga y hace que esta aparezca antes, provocando riesgo de accidente. Ventilar el vehículo y, si se dispone de aire acondicionado, fijar una temperatura adecuada y no demasiado fría; beber con frecuencia, sin esperar a tener sed, mejor agua o zumos de frutas; y tener cuidado con la medicación, ya que algunos medicamentos favorecen la pérdida de agua, y con el alcohol son algunos consejos esenciales de cara a la conducción con el calor veraniego.